Hoy hemos estado visitando el Mercado Medieval que se celebraba este fin de semana por el casco antiguo de Cartagena.
La verdad es que hacía una mañana de domingo de esas que da gusto pasear y sin abrigo, que parece mentira la temperatura que está haciendo este año...sobre los 20º y de ahí no bajamos al menos mientras luce el sol.
Como suele ocurrir en estos casos todos los cartageneros nos hemos tirado a la calle, teníamos la excusa perfecta, algo diferente, buen tiempo y ambiente asegurado...así que allí estaba yo con mis dos niñas dispuesta a empaparme de los colores y sabores de estas cosas, que suelen ser muchos y muy variados.
Yo debo reconocer que cualquier novedad me gusta sea lo que sea pero la verdad es que este año el mercadillo estaba "bastante currado"; muchos puestos de artesanía, bastantes de comida, juegos para niños, espectáculos de teatro en plazas y calles y todos las calles adornadas con banderas y metopas que daban un ambientillo bastante medieval.
Mis dos princesas, sobretodo la pequeña, han empezado enseguida a quejarse de que había mucha gente, de que estaban cansadas, de que no les compraba nada, a la 1:30 Ana ya no podía aguantar del hambre que tenía y que ella se quería ir ya.
En fin, todo esto me lleva a preguntarme si de verdad serán hijas mías estas dos o me las cambiaron al nacer y hay por ahí en otras casas dos niñas morenas tan "callejeras" como yo.
Un saludo cariñoso
Sarasun.
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